Papá, mamá nuestra salud mental importa por eso te compartimos algunos tips básicos y un poco sobre cómo influye en nuestros pequeños nuestra propia salud.
La mayoría de los padres cambiamos todo y volcamos nuestra vida en el cuidado de nuestros pequeños y no es que esto esté mal, solo que con frecuencia dejamos de cuidarnos y estar atentos a nuestras propias afecciones, lo cual de una u otra forma repercute en nuestras familias y en las relaciones afectivas que desarrollamos.
Hablar de salud mental no es algo común pero si es algo que enfrentamos día a día.
Cuando los padres sufren dificultades o alguna afección, el resultado puede ser un débil vínculo afectivo entre los padres y sus hijos y un entorno inestable y poco estimulante, que impacta fuertemente a la maduración cerebral y al desarrollo de la personalidad de los pequeños, se reduce la empatía, la sensibilidad emocional y la capacidad para percibir señales del niño, interpretarlas correctamente y responder con prontitud y de manera apropiada. Por otro lado, el contacto visual, el lenguaje verbal, las expresiones amorosas como caricias y sonrisas, y los juegos interactivos que estimulan y refuerzan la interacción también se ven reducidos.
Los padres deben reconocer la importancia de su bienestar mental. La crianza va más allá de los requisitos para satisfacer las necesidades básicas de los niños. Los padres tienen una influencia significativa en el desarrollo de su personalidad, sensibilidad emocional y en la adquisición de hábitos y comportamientos saludables.
La aceptación de que uno puede enfermarse durante la crianza es muy importante. Pedir ayuda es indispensable. El autocuidado de los padres debe ser el primer requisito para la crianza y para el cuidado a los demás. Además, demostrando el autocuidado se enseña a los hijos la importancia de preocuparse por el bienestar propio y el de los demás.
Día mundial de la salud mental, Mamá, papá y tu ¿cómo te cuidas?
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