Un muñeco de apego es un objeto especial para el bebé, indispensable a la hora de dormir o cuando necesita consuelo y que suele representar a mamá en los momentos en que no esta.
La función de este objeto es darle una sensación de acompañamiento, confianza y protección a tu bebé. Y no se trata de cualquier muñeco, sino de uno en particular al que el bebé le otorga protagonismo y que lo ayuda a transitar la etapa en la que pasa de la dependencia, de una sensación de fusión con su mamá, a una mayor independencia. Por eso también se lo llama “objeto transicional”. Este objeto suele ser suave y con el tiempo adquiere un aroma especial a mamá que para los pequeños es inolvidable.
¿A qué edad suele aparecer?
Por lo general, el muñeco de apego aparece entre los 7 u 8 meses, justamente cuando el bebé transita por la conocida como “crisis” o “angustia del octavo mes”, en la que se reconoce como un ser independiente a su mamá.
Este objeto de apego lo ayuda a superar ese momento, así como otras nuevas experiencias, por eso hay que respetarlo como tal. Aunque el apego del niño a este objeto puede aumentar a eso de los 2 años, cuando va viviendo nuevas experiencias en las que necesita de su muñeco o trapito para sentirse más seguro, como por ejemplo el comienzo del jardín, conocer nuevas personas, etc., lo más probable es que entre los 3 y 4 años, aproximadamente, el muñeco de apego vaya perdiendo protagonismo y pase de la cama a la repisa con los demás juguetes, pero esto depende de cada chico.