“Ignorar el comportamiento” es un consejo común para manejar los berrinches, pero es importante distinguir entre los comportamientos y el niño que los muestra. 👇
Ignorar el comportamiento significa continuar estando presente física y emocionalmente sin prestar atención a las contorsiones, lloriqueos, resoplidos o cualquier otra cosa que esté haciendo tu hijo. 👏
Dicho esto, si el comportamiento se vuelve inseguro y no se puede ignorar, puedes probar una estrategia llamada "conexión, luego corrección". Esto significa que antes de corregir su comportamiento, brindes a tu hijo un breve momento de conexión; esto puede ser poner una mano sobre la suya y decir: "Puedo ver que estás molesto y golpear no está bien".
Los berrinches en casa son una cosa; los públicos son más complicados. En primer lugar, pueden ser realmente vergonzosos. Aunque sabes (con suerte) que los berrinches no se reflejan en su crianza, es difícil no sentirse juzgado, especialmente si tienes que abandonar un carrito de supermercado medio lleno o acortar un viaje al parque.
Si tu hijo comienza a golpear o lastimarte a ti o a otra persona, es posible que debas alejarlo para mantener a todos a salvo. Dale a tu hijo un aviso rápido: "Te voy a sujetar e iremos de regreso al carro", y luego sujétalo con cuidado.
Hay muchas razones por las que los niños pequeños hacen berrinches. En su mayoría, solo están tratando de encontrar su voz y comprender su lugar en la familia y en el mundo. Por supuesto, a veces las razones son puramente biológicas: tu hijo puede estar cansado, hambriento, enfermo o fuera de su rutina normal. 🤪
Cualquiera que sea la razón, los berrinches son TAN difíciles. Todos hemos estado allí, y probablemente estaremos allí de nuevo. Respira profundo, concéntrate en tu pequeño y recuerda que estás haciendo un gran trabajo. ✨